No solo duele el golpe

31.03.2020

Otro ataque de ansiedad después de que mi cabeza quisiera acabar con todo. Y de nuevo, me agobio. Y lloro. A día de hoy, hay cientos de miles de personas preocupadas por un virus que está matando a mucha gente, pero poca de da cuenta de la gente que mata el estrés, emocional, físico, cualquiera. Y, sí, claro que estoy preocupada, pero sinceramente me preocupa más seguir llorando porque mi cabeza no para quieta, porque mi cuerpo no para. Vomito para liberarme de una parte odiosa de mi cuerpo y no como para sentirme bien. De tanto en tanto me falta aire y lloro, me recompongo, y poco después de nuevo las mismas ganas de morirme otra vez.

Cómo le explicas tú a tu madre que lo único que deseas es morirte, porque no puedes más, aunque ni ella tan siquiera sabe lo que pasa. Cuando hasta tú misma tienes miedo a la muerte pero temes más a la vida y no solo piensas en ello, pero sientes una gran angustia. Cuántas cicatrices me recalcan en mi cuerpo que un día estuve mal y parecía ir bien, pero que todo a veces es parecer aunque sea por aparentar. Y quienes más creen que te conocen es quien más desconocido es. Y mientras me agobio porque no paro, pienso en cosas del pasado no tan pasadas y me acuerdo de este correo verano. Y que escuches "a esos hay que matarlos" pero que preguntes "¿y por qué si me lo ha hecho a mí, no?" y que te respondan que "esto es diferente". Y nada es diferente, porque te pasas todo el día cocinando y ayudando, complaciendo a la gente y agotada tú físicamente no dices que no. Y llega el final del día y sigues llorando y más. Y la pagas con quién menos ha estado aunque algo de culpa tenga, aunque crea que no haces nada. Y es que el día en que la gente entienda que la mente hace más daño que un accidente, la humanidad será y estará más unida.


© 2019 Tomás el Viajero, P° de la Castellana 79, Madrid, 28046
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar