8M

8M. Día de la mujer trabajadora. DE LA MUJER. Hoy más que nunca he gritado fuerte en las calles "Tranquila, hermana, aquí está tu manada".

Yo no tuve manada, ni a nadie que grabara. Pero os juro que es verdad que sentí una gran impotencia cuando aquel individuo, hacía de mi cuerpo su templo. Porque "vestida o desnuda, mi cuerpo no se toca". En la calle hoy, miles de chicas gritaban como leonas, y entre ellas, yo. Y por un momento mi amiga me pregunta que si estoy bien, pues, por un momento, necesito coger aire para gritar más fuerte que lo mismo que a mí, no hay derecho a que nadie más le pase. Y que, no es la "polla" la que viola, esa misma que tirarían much@s a la "licuadora". "Polla violadora, a la licuadora", sino el violador.

Por momentos, me quedo sin aire y aveces no tengo ni aliento para poder gritar más, y lo único que siento, son ganas de llorar, pero me contengo y sigo, y así hasta llegar al final de la ruta, y tras acabar, escuchamos a las chicas hablar. Me recompongo y veo gente conocida, las saludo y hablo con ellas.

Después de escuchar varias cosas en la misma manifestación, me siento identificada con algunas cosas, y tras casi acabar, me tengo que ir.

Esa misma tarde, sentí muchas ganas de llorar, las mismas que sentí esa mañana, justo cuando gritaba, y al fin, no puedo contenerme más las lágrimas y lloro.

Lloro por lo que semanas atrás me lleva rondando la cabeza y por lo que en un mes de julio me pasó. Por lo que, aún así, 8 meses después, sigo teniendo pesadillas, y, por lo que no me hubiese gustado ver ni por mis propios ojos, ni por los de nadie.

Después de darme cuenta que soy frágil, pero no tanto como para que me rompan ni como para dejar romperme, me recompongo y sigo hacia delante porque así como no lo quise para mí, no lo quiero para nadie más. #nipormínipornadie.